sábado, 21 de febrero de 2015

CINCUENTA SOMBRAS

Cincuenta sombras...
La primera vez que oí hablar del libro iba en el AVE camino de Barcelona, para intentar salvar un proyecto que podría poner fin a nuestra angustia laboral.
Como he dicho antes iba en el AVE con un amigo que me dijo que su hermana que vive en MIAMI lo había visto en el aereopuerto y se lo compró ya que allí estaba agotado.
Miré en el ordenador de que iba el libro, le dije pero si este libro es un poco "pornográfico". Como puede ser que con la sociedad tan puritana que hay en EEUU, este libro esté agotado. No lo sabía, pero la realidad era así.
Me picó la curiosidad. Esperé impaciente a que saliera el libro en castellano. Tenía mucha curiosidad, cuando por fin lo tuve en mis manos, empecé a leerlo con mucho interés, era un poco fuerte, algunos términos tuve que consultarlos porque reconozco que no sabía lo que significaban. Ella me ponía un poco nerviosa con "la diosa que llevo dentro", el me gustaba cada página más. Me enganchaba bastante, el contrato que tenía que firmar Anastassia, me recordaba a un contrato mercantil de los que teniamos en mi empresa.
Me leí el libro, tenía ganas de que llegara el segundo. Mientras, la fama del libro estaba en boca de todo el mundo, a unos les gustaba, a otros no, otros decían que no se lo iban a leer, y mientras yo esperaba el tercero.
El día que por fin cayó en mis manos, no lo pude soltar, ese día además, fin de semana, salía en la TV la final de tenis de Rafael Nadal, Formula 1 con Fernando Alonso y partido de futbol de la Selección Española, tres actividades que me encantaban, y a la que se añadía mi gusto por la lectura y por ende el famoso libro.
OPCIONES:
Leer el libro en otro momento
Ver  tenis
Ver Formula 1
Ver Futbol
Elegí ...
Leerme el libro, no lo podía evitar, me decían que porque no veía el deporte, y yo callaba seguía con mi libro, hasta que lo acabé.
Me dejó un buen sabor de boca, lo que más me gustó fue el final, pero no el final de la historia... el final del libro. Dije y ahora que ...
Por supuesto, no considero el libro pornografico, ni subido de tono, para mi fue un libro entretenido, una forma mas de pasar el tiempo, pero me obsesionó tanto que empecé a buscar cualquier articulo que se publicara en internet sobre la escritora, si se iba a hacer una pelicula o no, quienes iban a ser los actores, la banda sonora y por fin escuché una canción, que dentro de mi imaginación podía encajar con la pelicula en caso de que la hicieran. "Black Black Heart" (David Usher).
No sé si al final iré al cine a ver la pelicula, si por fin despues de tanto misterio, al final la han hecho.
La pelicula la tengo yo en mi cabeza y es exclusivamente mía, la ha dirigido mi imaginación.

viernes, 17 de octubre de 2014

Mi Primera Lectura

Enfrentarte la primera vez a alguien que no conoces, y contarle como te hiciste lectora, es un poco difícil pero bueno lo haré lo mejor que pueda.
 
En este blog intentaré dar a conocer mi experiencia con la lectura, mis escritores favoritos y mi temática preferida.
 
Allá vamos.....
 
El dicho de que "de padres lectores, hijos lectores" no se aplica en mi caso.
 
No recuerdo cuando empecé a leer, pero si me viene a la memoria imágenes mías con una novela, una revista e incluso publicidad.
 
Siempre he sido una niña tranquila, mientras mi hermano y mis primos jugaban, yo estaba siempre sentada al lado de mi madre o con mis tías leyendo.
 
Llegaba a casa de mis tíos e iba derecha al típico mueble con la televisión encima y con revistero debajo. Cogía lo primero que había, que por aquella época eran novelas de corazón "Simplemente María", cogía una, la terminaba y así sucesivamente, así transcurrían los fines de semana de mi infancia, combinados con Comics de Esther y su mundo, Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón, etc...
 
Mis padres me regañaban porque siempre estaba leyendo. Para ellos era perder el tiempo, yo tenía que leer Lengua, Sociales, etc... A mí me aburría. Entonces yo intentaba dar gusto a mis padres y a mi misma. Cogía el libro de Sociales y dentro introducía el comic correspondiente, así de esa manera, ellos veían que les hacía caso y yo hacía lo que más me gustaba.
 
Siempre iba con un libro a todas partes, mi madre de vez en cuando me compraba alguno. Íbamos a la Cuesta del Moyano, allí yo disfrutaba entre caseta y caseta. Me traía a casa mis tesoros, mi verdadera felicidad.
 
Así transcurría mi vida entre estudios, trabajo y mis libros.
 
Mi camino estaba predestinado, al final en una etapa de mi vida puse una librería.